La obra que estoy realizando durante esta residencia artística está centrada en la técnica de los “injertos”. Este método de propagación vegetativa consiste en añadir 

a una planta principal llamada “patrón” otra planta llamada “injerto”, con el objetivo de conseguir una nueva planta que resulte más resistente o que dé dos tipos de frutos.

 

Esta instalación formada por 9 piezas tiene su origen en una de mis líneas de investigación más consolidadas: las relaciones entre naturaleza y civilización. Desde proyectos como Pærdís, en donde investigué cómo se procuraba domesticar la naturaleza en el contexto de los jardines como reflejo de la tendencia humana a dominar y transformar su entorno, he desarrollado un profundo interés por las diferentes formas en las que las personas tratamos de controlar aquello que escapa a nuestro control.

 

En esta línea, realicé la obra Tutor (2023), en la que trabajé a partir de esas varas auxiliares llamadas “tutores” para enderezar el curso natural que ha tomado el crecimiento de un árbol. Desde este contexto sobre técnicas para

re-encauzar la naturaleza, propongo la serie sobre injertos, donde exploro visualmente las diferentes técnicas de injerto que hay (por aproximación, hendidura, de corona o de púa inglés) en un mismo árbol fragmentado. Esta obra funciona como sustrato sobre el que trabajar nuevas ideas-imágenes que apuntan a cuestiones como la relación entre el todo y las partes, la diferencia y la unidad, y, especialmente, los procesos de transformación por los cuales surgen nuevas formas de ser que sólo son posibles a través de la unión y que de alguna forma desbordan la suma de las partes.